PROYECTO CRUZ ROJA PINEO- 2016/17
El proyecto PINEO de Cruz Roja Juventud está dirigido a menores de edad de entre 13 y 18 años, consistente en reuniones semanales los sábados por la mañana, en las que se imparten cursos o se realizan actividades como experimentos sociales para concienciar a la sociedad sobre temas de actualidad.
Mi objetivo en esta actividad era hacerme más consciente de la importancia de nuestros valores a la hora de convivir en sociedad, así como descubrir cómo reacciona el resto de la población a conductas como el acoso escolar o la violencia de género.
Las primeras sesiones me resultaron algo monótonas al tener que estructurar todas las actividades que se realizarían durante el curso, pero se hizo más amenos con dinámicas en las que tuve la oportunidad de conocer a personas con mis mismos intereses.
Respecto al contenido de las sesiones he de decir que algunas resultaron muy educativas, hasta el punto en que me hicieron ver las cosas desde otras perspectivas que nunca antes me había planteado, resultando en que mis ideas sobre la sociedad actual cambiaron considerablemente, algo realmente positivo. Como ejemplo más concreto, el día que más reflexioné fue el día que llevamos a cabo diversos experimentos sociales para ver las reacciones de los viandantes. Resultó decepcionante la poca consideración que los adultos tenían por los niños, a los que se veía fingiendo una situación de acoso, aunque quienes reaccionaron lo hicieron de forma contundente. En mi caso, me tocaba interpretar a una hermana mayor que gritaba a su hermana pequeña quien, incluso con el brazo roto, debía llevar su mochila sin chistar. En otro momento y junto a una compañera, debíamos incitar a un niño que rondaba los 12 años a fumar, haciéndole ver que era una práctica recomendable y que estaba "de moda". Apenas tres personas se interpusieron y reprocharon mi comportamiento. Este hecho me hizo pensar y reconocer que nos hemos acostumbrado a ver distintos niveles de discriminación y a no actuar para frenar estos comportamientos, cebándolos aún más.
Asimismo, se trataron en profundidad temas como los trastornos alimenticios y la importancia de la inteligencia emocional para resolver conflictos tanto a nivel individual como colectivo.
Ha sido un proyecto muy enriquecedor y que sin duda recomendaría a cualquier persona que quiera concienciarse de la importancia de saber vivir en sociedad y colaborar para su mejora, ya que "todos sumamos" y aunque mínimamente, podemos originar una reacción en cadena que produzca un cambio en profundidad. Sin duda continuaré con el proyecto el curso que viene.
Mi objetivo en esta actividad era hacerme más consciente de la importancia de nuestros valores a la hora de convivir en sociedad, así como descubrir cómo reacciona el resto de la población a conductas como el acoso escolar o la violencia de género.
Las primeras sesiones me resultaron algo monótonas al tener que estructurar todas las actividades que se realizarían durante el curso, pero se hizo más amenos con dinámicas en las que tuve la oportunidad de conocer a personas con mis mismos intereses.
Respecto al contenido de las sesiones he de decir que algunas resultaron muy educativas, hasta el punto en que me hicieron ver las cosas desde otras perspectivas que nunca antes me había planteado, resultando en que mis ideas sobre la sociedad actual cambiaron considerablemente, algo realmente positivo. Como ejemplo más concreto, el día que más reflexioné fue el día que llevamos a cabo diversos experimentos sociales para ver las reacciones de los viandantes. Resultó decepcionante la poca consideración que los adultos tenían por los niños, a los que se veía fingiendo una situación de acoso, aunque quienes reaccionaron lo hicieron de forma contundente. En mi caso, me tocaba interpretar a una hermana mayor que gritaba a su hermana pequeña quien, incluso con el brazo roto, debía llevar su mochila sin chistar. En otro momento y junto a una compañera, debíamos incitar a un niño que rondaba los 12 años a fumar, haciéndole ver que era una práctica recomendable y que estaba "de moda". Apenas tres personas se interpusieron y reprocharon mi comportamiento. Este hecho me hizo pensar y reconocer que nos hemos acostumbrado a ver distintos niveles de discriminación y a no actuar para frenar estos comportamientos, cebándolos aún más.
Asimismo, se trataron en profundidad temas como los trastornos alimenticios y la importancia de la inteligencia emocional para resolver conflictos tanto a nivel individual como colectivo.
Ha sido un proyecto muy enriquecedor y que sin duda recomendaría a cualquier persona que quiera concienciarse de la importancia de saber vivir en sociedad y colaborar para su mejora, ya que "todos sumamos" y aunque mínimamente, podemos originar una reacción en cadena que produzca un cambio en profundidad. Sin duda continuaré con el proyecto el curso que viene.
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